En el contorno de una sobrepoblación de la tierra, las investigaciones para poblar Marte tenían avances significativos.
La mayoría de los países lograron llegar a Marte y su primera acción fue la creación de bases militares para garantizar el control de una determinada zona. Posteriormente desarrollaron microambientes adaptados a las características de la tierra para competir por: la obtención alimentos y oxigeno de mejor calidad en granjas y jardines botánicos gigantes; agua abundante escavando profundos pozos subterráneos; electricidad por energía solar y nuclear; Y búsqueda de elementos químicos y materiales de construcción para seguir con la investigaciones, desarrollar nuevas tecnologías y vivienda.
En la tierra todos discutían la forma de administración del nuevo planeta, específicamente de quien sería el fututo líder. Algunos ciudadanos poseían certificados que representaban un área en metros cuadrados de Marte, vendido por empresarios y representantes estatales que financiaron las expediciones, o por personas que se tomaban el planeta a título personal bajo declaratorias sin fundamento. Por consenso ninguno de los certificados tuvo valides y se declararon ingenuas estafas.
Los representantes de los países potencia exponían que los esfuerzos económicos debían ser válidos, y que los países que ahora tenían estaciones en martes debían ser los responsables de conducir al nuevo planeta.
Un considerable grupo de países "rebeldes" que no necesariamente eran potencia económica, dieron una vuelta diplomática al decir que el nuevo planeta pertenecía a todos los seres humanos por el simple hecho de haber contribuido como especie en todos los avances desde el inicio de los tiempos de la vida humana. La noción fue aceptada pero las discrepancias seguían.
En Marte, después de 20 años los avances tecnológicos aumentaron y ya existían colonias con celdas parecidas a casas que se interconectaban entre sí, construida con materiales de la zona, muy capaces de mantener a 3 personas por celda con servicios de supervivencia.
En esos 20 años, 18 países más lograron llegar al planeta individualmente o aliándose entre sí y comenzaron con el desarrollo de 9 estaciones, denominadas estaciones de la "defensa humana" o estaciones "rebeldes" por los países potencia.
Ya no solo iban astronautas altamente capacitados, si no también médicos, físicos, biólogos, ingenieros, obreros, informáticos e inversionistas que ayudaban con el desarrollo de las estaciones y regresaban a los 3 años a ver sus familias y considerar la decisión de no regresar.
El viaje podía durar muchos años, pero fue mejorado y se logró una duración de 2 años en el peor de los casos.
La Luna al no tener gravedad resulto ser una terminal idóneo para iniciar el viaje sin contratiempos, considerando el gran tamaño de las naves, que del total de su infraestructura solo la octava parte servía para llevar pasajeros y tripulación, el resto de la nave contaba con herramientas para dar soporte al viaje como generadores de oxígeno, gravedad y alimentos. En los sectores agrícolas había desde plantas altamente productivas a baterías degradadoras de macronutrientes para el abono. Eran prácticamente planetas móviles en el espacio.
Ante de llegar, a un día de marte, se realizaban trasbordos en una terminal espacial, con naves más pequeñas aptas para aterrizar, ya que naves grandes no lograban aterrizar por la dificultad de operar en las condiciones de Marte.
La discusión sobre la administración del planeta aumento de tono, la desconfianza que tenían los países de la defensa humana hacia las potencias se sostenía porque una de las estaciones fue declarada destruida y los reportes de un posible meteorito no fueron claros y los radares nunca lo detectaron.
Cuando todos los países no parecían llegar a un acuerdo, afortunadamente predijeron un sin número de confrontaciones que solo podían conllevar muerte y atraso en la colonización de Marte, y al ser la tierra un planeta altamente poblado necesitaba descongestionarse para una viable reparación.
De forma épica los países de la defensa humana ostentaron la propuesta de que todos los habitantes de la tierra eran dueños de todas las estrellas hasta que se demuestre la existencia de otra especie inteligente, pero, que la administración solo podrían estar a cargo de habitantes marcianos, es decir bebes nacidos en Marte, y con derecho especial el primer habitante de Marte. Al ser la mejor alternativa los países potencia aceptaron a regañadientes tal declaratoria, pero sin duda tenia estrategias poco ventajosas para los países de la defensa humana.
Las estaciones comenzaron con la búsqueda de la pareja ideal para llevar un embarazo en Marte y posterior parto. Cada país creo una estrategia en base a las condiciones estipuladas por el congreso de países. Este señalaba que el parto debería hacerse efectivo en el lapso de 9 meses posteriores a la fecha del anuncio de forma natural o cesaría con más de 38 semanas de gestación por calculo ecográfico y que cada estación debía contar con un grupo de vigilantes que certifique dicho evento.
Los países de la defensa humana unieron fuerzas para garantizar la vida de todos sus primogénitos y defender el parto más próximo con el objetivo de permanecer en alianza.
Las 16 estaciones contaban con parejas aptas para la reproducción comprendidas en edades entre 27 y 30 años, y tener relaciones sexuales no era un tema poco comprendido, mas bien, era una práctica habitual pero con cuidados necesarios para evitar un embarazo.
Una pareja de la estación 14 perteneciente al grupo de la defensa humana comenzó la arriesgada aventura de tener un hijo en Marte. Este par se conoció al alunizar, y antes de embarcar en el Zetion 9300 (la nave de pasajeros más avanzada para ir a marte) descubrieron cierta atracción. Tras una larga relación de 2 años abordo y en Marte Abrahán y Marlét se amaban apasionadamente.
Se enlistaron en las parejas aptas para la reproducción y en la oscuridad de la estación 218, 3 días después del anuncio unieron sus cuerpos para crear un probable presidente de Marte. Después de 1 mes los primeros resultados cuantitativos de β-HCG dieron positivo, y el cálculo arrojaba estar embarazada de 4 semanas. Era la primera de un total de 5 embarazos en la estación, 17 entre todos los aliados de la defensa humana y 34 entre todas las estaciones.
Según los datos infiltrados de otras estaciones, la estación 14 llevaba una ventaja de 1 semana y 1 día al resto de estaciones y era información de dominio general.
Los convenios de los países parecían ser claros, pero los datos infiltrados y las observaciones de los grupos de inteligencia, pronosticaban medidas para perturbar el desarrollo de los fetos con un mayor peligro desde los grupos de potencia.
La alianza de la defensa humana daba una aparente ventaja por cooperar con él parto más próximo. Para los nueves meses de embarazo la estación 14 contaba con 230 soldados, 32 militares del grupo de defensa elite, 8 militares de inteligencia, 7 médicos y un grupo de sobrevivencia avanzada para suplir con la necesidades de alimentación de Marlét y 1 vigilante por cada estación. El peligro era inminente, y así comienza esta historia.
Autor: Ezequiel Rambay
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